viernes, 28 de septiembre de 2012

ROME & CARTAGHE (apenas una reseña)


ROME & CARTHAGE.

En 1955 (hace años de eso ¿verdad?), Jean-René Vernes publicaba en Miro Company “ROME & CARTHAGE”. Con su mecánica de combates a base de estrategia, memoria y mucha jeta, resultó un juego adelantado para su tiempo -demasiado, sin duda, pues sería injustamente olvidado mientras que el menos sutil Risk (imaginado por su amigo Lamorisse con unos últimos retoques de Vernes) conocería la exitosa carrera que todos conocemos.
Desde hace algún tiempo, corre por los mentideros del mundillo lúdico, rumores sobre la reedición de este histórico de otros tiempos; reedición que se confirma ahora pues estará disponible para el salón de Essen 2012 en Alemania.

 
ROME & CARTHAGE formó parte de los hitos del mundo jugón allá por una época en la que ninguno de nosotros había nacido (por aquel entonces, el “toque novedoso” que tanto nos llena la boca hoy en día no formaba parte de las preocupaciones comerciales) y aunque, naturalmente, ya no es el juego revolucionario que fue, me alegra enormemente la vuelta de este veterano remozado.
Pero veamos de cerca lo que ocurre:
La acción transcurre en el Mediterráneo porque es un mar hermoso y místico, cuna de mil culturas, con una historia prodigiosa, a prueba de bomba y, sobre todo, porque viene muy bien tener a mano un mar interior cuando se juega con unidades terrestres y marítimas. Un tablero lleno de rutas y ciudades.
Objetivo: guerra y conquista, la captura de dos ciudades enemigas o la total exterminación del ejercito contrario. En R&C jueguen los jugadores que jueguen (2, 3 o 4) siempre habrá dos bandos; o bien juegas con un aliado o solo contra los demás. Todos los jugadores arrancan la partida con un mazo de cartas (con valores de ataque) idéntico. Si hay combate, escoges en secreto dos cartas y allá vas. Todos desvelan las cartas al mismo tiempo y el que tenga el valor más alto gana el combate.

Los turnos de juego no son muy complicados: coges una carta, juegas cartas especiales por necesidad o, simplemente, porque te da la gana, mueves unidades de tu ejercito y si el enemigo te está esperando a la vuelta de la esquina... Naturalmente, las cosas son un poquito más sutiles pues en tu ejército hay elefantes de combate, galeras, máquinas de asedio y hasta soldados de a pie. Los elefantes doblan el valor de las dos cartas, las máquinas doblan el valor de la más floja, si juegas una pareja 1/1 o una 2/0 puedes espiar -al ver las cartas del rival puedes volver a jugar otra pareja de cartas ganadora-, jugada costosa pero eficaz.

A continuación, la traducción de la reseña que en su momento (hace casi mil años) hizo sobre ROME&CARTAGHE el bueno de Faidutti. Más que una reseña, una auténtica joya.

Risk, Cluedo, Mille Bornes y Monopoly son de los pocos juegos de mesa de los años sesenta que han conseguido llegar hasta nuestros días. Cluedo y Mille Bornes siguen siendo buenos juegos familiares, Monopoly se ha transformado en un monumento histórico pero aún me sigo preguntando como un juego de guerra tan simple como el Risk ha sido capaz de sobrevivir al Rome & Cartaghe, publicado por el mismo editor y mucho más sutil.
Hay dos ediciones de R&C muy diferentes. La más antigua, Rome & Cartaghe, sobria, en caja cuadrada, con peones de cartón y muy, muy dificil de conseguir hoy en día. Rebautizada “Mediterráneo”, la versión setentera ya tiene los peones de plástico y es más colorida, a base de color naranja y cian. A parte de eso, los dos juegos son totalmente idénticos.
Rome & Cartaghe es un juego de guerra que se desarrolla sobre un tablero que marca las costas del Mediterráneo. Cada jugador juega con uno de los cuatro Imperios en juego: Constantinopla, Roma, Alejandría y Cartago. Los diferentes ejércitos, galeras

legiones, elefantes, tienen reglas de desplazamiento ligeramente diferentes pero el auténtico encanto está en su simple mecánica de combates que sólo necesita un clásico juego de 52 cartas. Cartas que se juegan de dos en dos, elefantes que doblan el valor de la carta más alta, jinetes que hacen lo mismo con el valor de la más débil, mientras que algunos “combos” nos permiten espiar al contrario y jugar después de ver sus cartas... tener información sobre las cartas de tus adversarios te permitirá echar algún farol y conseguir ventajas a base de buenos golpes de intimidación. Simple, elegante, rápido -una partida apenas dura una hora- perfectamente adaptado al juego de equipos (2 x 2) donde se mezcla estrategia, factor suerte y faroleo, Rome & Cartaghe era un juego adelantado a su tiempo.
Tal vez eso explique su relativa falta de éxito.